¿QUÉ ES UN LED?

LED es la abreviatura en lengua inglesa para Light Emitting Diode, que en su traducción al  castellano correspondería a Diodo Emisor de Luz.

Un LED consiste en un dispositivo que en su interior contiene un material semiconductor que al aplicarle corriente eléctrica produce luz. La luz emitida por este dispositivo es de un determinado color que no produce calor, por lo tanto, no se presenta aumento de temperatura como si ocurre con muchos de los dispositivos comunes emisores de luz.

¿CUÁNTO CONSUMEN LOS LEDs?

 La iluminación LED consume un 80-90% menos de electricidad que una bombilla convencional de similares características. Esto supone un ahorro en la factura de la luz muy considerable, y más teniendo en cuenta la subida que se está produciendo continuamente en las tarifas de electricidad. Más abajo se muestra una tabla de equivalencias de consumo entre diferentes tipos de luces (LED, bombilla incandescente/halógena, bombilla de bajo consumo, tubos fluorescentes, lámparas de vapor de sodio a alta presión).

¿CUÁNTO DURAN LOS LEDs?

Los LEDs tienen una duración de más de 50.000 horas, lo cual reduce considerablemente los gastos de mantenimiento y sustitución.

La vida útil de las bombillas LED no se ve afectada por encenderla y apagarla como ocurre con otro tipo de bombillas. Instalando iluminación LED en lugares como pasillos, oficinas, comercios, naves industriales, garajes, portales, rellanos o escaleras de un edificio o cualquier otro lugar en el que la encendemos y apagamos las luces con frecuencia evitaremos tener que cambiar lámparas fundidas a menudo. Las luminarias de bajo consumo ven reducida su vida útil un 50% debido a este fenómeno.

Las luminarias de bajo consumo tardan algunos minutos en alcanzar su máximo esplendor lumínico, por contra las luminarias LED se encienden de inmediato (microsegundos) y no tiene fallos, parpadeos ni variaciones de intensidad en la iluminación.

¿SON RESPETUOSOS LOS LEDs CON EL MEDIO AMBIENTE?

Una bombilla tradicional (halógena o incandescente) tan sólo convierte en energía lumínica un 20% del total de energía que consume (el resto es calor en un 80%), los LEDs convierten en luz el 90% de la energía que consumen, siendo tan sólo calor el 10%. Ello supone que la cantidad de energía necesaria para producir la misma cantidad de luz es increíblemente menor. El uso de LEDs en iluminación, por tanto, reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera, ya que hace falta producir menos energía eléctrica frente al uso y consumo energético de las bombillas tradicionales. Los LEDs no producen irradiaciones de infrarrojos y no producen contaminación lumínica. Además el 99% de sus componentes son reciclables.

¿CÓMO ELEGIR LA ILUMINACIÓN CON LEDs?

TIPOS DE CASQUILLOS

      La bombilla puede tener diferentes casquillos. Los mostramos a continuación

      algunos de ellos

ÁNGULO DE APERTURA

El ángulo de apertura del haz de luz hace referencia a lo concentrada o abierta de la luz de la bombilla. Es uno de los parámetros más importantes a la hora de elegir una bombilla LED.

Podemos elegir entre LEDs que concentren toda su iluminación en el centro (45º) para así poder centrarnos en iluminar un cuadro o una escultura, o podemos elegir LEDs que su luz salga de una manera más amplia y homogénea (120º) para que así distribuya su luz por toda la sala de una manera mucho más agradable y natural.

¿QUÉ ES LA TEMPERATURA DE LA LUZ LED?

La temperatura de la luz de las bombillas LEDs  pueden ser cálida, neutra y fría (pura). A continuación indicamos según su color, la franja de temperaturas de las mismas (Todas las luces pueden fabricarse según tabla Kelvin)

  • Cálido: De 2500 a 3500 k
  • Neutro: De 4000 a 5000 k
  • Frío (puro): De 5500 a 7000 k

 El color cálido sería recomendable para estancias tipo salón o dormitorios, ya que da una luz más tenue.

El neutro se instalaría en zonas que precisen una luz blanca pero sin llegar a ser brillante, como el comedor.

El color frío está indicado para baños, cocina, pasillos, sitios de paso donde es necesario tener mucha luz.

El tono de color también determina el rendimiento luminoso de una lámpara. Cuanto más blanca la luz (más grados kelvin), mayor cantidad de lumens se obtienen pero esto puede afectar también al ambiente que crea esta luz.